domingo, 18 de diciembre de 2011

Alnilam

Y allí estábamos, en un paraíso desierto, donde ambos nos veíamos a tientas. Y hablábamos, reíamos, nos mirábamos y periódicamente me deslumbraba el brillo de un cristal esquivo, fugaz, mientras que buscábamos la hebilla del cinturón de Orión en esa esfera aparentemente fija que se eregía sobre nosotros. Dulce, brillante, alucinante. ¿Te lo has pasado bien?

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Deslumbrante



  Compenetración, complicidad, luz. Como cuando un rayo de sol consigue abrirse paso a trancas y barrancas a través de una densa nube gris. Como esa ovación que recibes cuando has aterrizado más lejos que ningún otro. Como ese dolor de ojos que entra al pasar de un sitio oscuro a uno totalmente iluminado. Como sacar un 10 en 2º de bachillerato. Como bailar, saltar, gritar, correr. Como oir la risa de un bebé. Como bucear en la mirada de algún niño fascinado por un cuento. Igual que todo ello, solo que multiplicado por mil. Como dijo el maestro Ramón: con solo una sonrisa, mi cabeza volvió loca.