jueves, 24 de mayo de 2012

A quemarropa

Y en su subir y bajar por las dunas tan solo iluminadas por un travieso rayo de Luna que escapaba del abrazo que una perdida nube ofrecía, encontró una cabaña, sucia, vieja, descuidada. "No veo por qué no" pensó "voy a morir igualmente". Trató de descender despacio, con pies de plomo, inútilmente.
Cuando paró de rodar arenas abajo y se hubo sacudido la inmensa maraña de rizos azabaches que poblaban su cabeza, alzó la mirada y sintió algo familiar, a la vez que extraño, que se filtraba a través de los resquicios que dejaban las podridas tablas de madera que mantenían aquella cabaña en pie. "Está bien", se dijo, "no tengo nada que perder". Y entonces, entró.
Una vocecilla resonó en su cabeza, la voz más dulce que jamás había escuchado. Había encontrado lo único que podía devolverle la esperanza.


"When the heart of this star-crossed voyager, beats in time with yours..."  Can you feel the love tonight? Elton John

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